Transformación profunda: de ambiciones corporativas a valorar la vida y el propósito

En el agitado mundo corporativo, los títulos de prestigio y los logros materiales suelen definir el éxito. Además, en la cultura en la que he crecido, desde muy jóvenes nos enseñan a ser productivos, a reprimir nuestras emociones y a priorizar ciertas formas de relaciones sociales que valoran más el éxito visible que la genuina interacción humana. Nos valoran por las calificaciones, nos presionan a ser los mejores estudiantes y a competir constantemente. Nos dicen que no debemos tener sobrepeso, vernos bien, ni mostrar demasiado lo que sentimos. Aunque en mi familia siempre hubo mucha libertad y mis padres nunca me exigieron ser el mejor, la sociedad en general parece estar programada para generar esa presión.

Desde mi juventud, estuve motivado por alcanzar logros significativos en el ámbito corporativo, aspirando algún día a posiciones de liderazgo como Director General o CEO. Reconociendo mi posición privilegiada y sumando a ello mi disciplina y dedicación, tuve la oportunidad de vivir y trabajar en cuatro países diferentes. A los 24 años, ya estaba a cargo de equipos comerciales y más tarde tuve la oportunidad de dirigir las operaciones en un país. En cada etapa de mi vida, sin entrar en detalles, de alguna forma lo logré, alcanzando éxitos y a menudo destacándome como el mejor. Estas experiencias no solo me permitieron avanzar en mi carrera, sino que también enriquecieron mi vida, brindándome lecciones valiosas y abriendo nuevas puertas que contribuyeron a mi crecimiento personal y profesional.

Sin embargo, en 2021, un diagnóstico inesperado de melanoma cambió abruptamente el rumbo de mi vida. Este evento fue el catalizador de un cambio drástico en mi perspectiva sobre mi vida y mi carrera. Aunque muchas personas asocian el melanoma exclusivamente con la piel, en mi caso, este tipo de cáncer avanzado se manifestó en un pulmón y en el duodeno, lo que desafió aún más mi salud física y sacudió los cimientos de mi filosofía de vida. Este diagnóstico no solo marcó el inicio de mi experiencia del cáncer, sino que también inició un proceso crítico de toma de decisiones, donde tuve que replantear la implacable búsqueda de éxito corporativo que hasta entonces había dominado y definido mi existencia, cuestionando lo que realmente valoraba y consideraba verdaderamente importante en la vida.

A través de este proceso, me informé sobre los diferentes tipos de cáncer y comprendí la importancia de una mirada integral en el tratamiento del cancer y el bienestar del paciente, donde se debe abordar con muchos especialistas, lo que llamamos el “onco-tour”.

¿Agradecimiento o Diagnóstico de Cáncer?

Convertirme en un paciente oncológico al recibir la mala noticia de que tenía melanoma fue como un golpe devastador, un cambio abrupto y profundo en mi realidad diaria, este proceso diagnóstico fue complejo y lleno de incertidumbre y culpa. Siempre pensamos que este tipo de cosas les suceden a otros: a un vecino, a un primo lejano. Estamos tan enfrascados en nuestra rutina diaria que olvidamos que en cualquier momento, todo puede cambiar. Cada decisión que tomamos abre un abanico de infinitas posibilidades, un hecho que frecuentemente pasamos por alto.

La rutina de reuniones y viajes que marcaba mi día a día dio paso a un calendario dominado por citas médicas y tratamientos, transformando mi realidad en una profunda "experiencia de paciente", llena de constante incertidumbre sobre mi futuro. Cometí el error de buscar en internet estadísticas de supervivencia, agentes cancerígenos, expectativa de vida, factores de riesgo, tipos de cáncer de piel, opciones de tratamiento y terapias alternativas… búsquedas que solo alimentaban mi ansiedad.

De repente, mis preocupaciones sobre promociones y reconocimientos se transformaron en una lucha diaria por mantener mi salud, bienestar y calidad de vida, dependiendo intensamente de la atención médica continua.

Recuerdo vívidamente una mañana, después de haberme sometido a un procedimiento médico a las 7 a.m., lidiando con los efectos secundarios mientras me encontraba en una junta en el restaurante del Hospital, que había empezado a llamar mi 'coworking'. Esta rutina inesperada, donde alternaba entre tratamientos oncolológicos y reuniones de trabajo, era un claro ejemplo de cómo la programación corporativa y la búsqueda de éxito aún ejercían su fuerza sobre mí. Por la tarde, tenía programadas más citas médicas, lo que subrayaba el desafío y la adrenalina de equilibrar mi salud con las responsabilidades de mi vida laboral. En ese momento, sentado en la sala de espera, rodeado de las paredes adornadas con certificados y logros académicos de los médicos, me di cuenta de que esos símbolos de éxito que antes me habían impresionado tanto, ahora perdían relevancia en comparación con la esperanza de recibir buenas noticias sobre mi salud. En ese momento, comprendí que mi verdadera batalla no era por un título o un puesto, sino por algo mucho más fundamental: mi propia vida.

Valores en Revisión: Estilos de Vida

A medida que avanzaba mi tratamiento, mi perspectiva sobre lo que realmente importa comenzó a aclararse. Aunque aún valoro mi tiempo en la oficina y las reuniones productivas, he empezado a apreciar más el tiempo dedicado a mi familia y amigos. Además, he encontrado gran satisfacción en actividades como cocinar mi propia comida, arreglar el jardín de mi terraza y meditar - hábitos saludables cruciales para mi bienestar. He descubierto que, más allá de los ascensos y el reconocimiento profesional, disfrutar de estos momentos y liberarme de la constante presión del trabajo es esencial para mi bienestar y calidad de vida.

Reconozco que aún tengo mucho por aprender. Por ejemplo, a veces dejo pasar la oportunidad de saludar más seguido a familiares queridos, y en ocasiones permito que situaciones externas, tanto en lo personal como en lo profesional, me afecten más de lo debido, aunque eventualmente encuentre la solución.

Una noche, tras una hospitalización de emergencia, viví una experiencia que captura perfectamente el surrealismo e intensidad de aquellos momentos. En medio de la fiebre y dolor crónico, me obsesioné pensando que el termostato de la habitación era el culpable. En el delirio, convencí a mi mamá alrededor de las 2 a.m. de buscar en su celular la marca y las instrucciones del dispositivo. Aunque la tarea era improbable, ella me siguió la corriente, intentando 'arreglar' el aire acondicionado al tratar de remover un tornillo imaginario del termostato, que en realidad era solo un botón. A la luz del día, con la mente clara y control del dolor, este episodio se transformó en un recuerdo que es tanto cómico como conmovedor, un testimonio de cómo el amor y el apoyo se manifiestan en los actos más inesperados.

Mantenerme ocupado con el trabajo fue mi estrategia para no ahogarme en la incertidumbre de los resultados que esperábamos. Era una distracción necesaria, una forma de conservar un sentido de propósito y vida normal en una situación que estaba lejos de serlo.

Hoy en día, encuentro felicidad siendo un contribuidor individual. A mi alrededor, veo que la mayoría de mis colegas y las personas que están iniciando sus carreras están enfocados en escalar posiciones; desean más títulos, aspiran a liderar equipos. Aunque valoro las experiencias profesionales que he tenido, aspiro a una fase más tranquila de mi carrera. Sueño con la posibilidad de retirarme pronto o, tal vez, dedicarme a ayudar a personas que están atravesando situaciones similares a la mía. Este deseo refleja una profunda transformación en mis prioridades y en cómo defino el éxito a nivel personal y profesional. Cada vez es más evidente que muchas personas con carreras exitosas enfrentan problemas personales, se encuentran solos y sufren de problemas de salud causados por el estrés, afectando su calidad de vida.

Admito que este cambio no ha sido fácil. La decisión de alejarme de la adrenalina y las endorfinas del éxito reconocido fue solo el primer paso; la verdadera lucha ha sido interna, enfrentando y dejando atrás la ansiedad sobre las cosas materiales que podría perder o dejar de percibir. Si estás experimentando algo similar en tu carrera y estás contemplando un cambio, es importante reconocer que, aunque decidirse por cambiar puede ser sencillo, abandonar la ansiedad por los logros materiales, el reconocimiento, el poder y el estilo de vida que estás acostumbrado puede ser realmente desafiante. Priorizar tu calidad de vida en lugar de estos aspectos puede ser una transición muy difícil - duro proceso que requiere gran fortaleza mental.

Afortunadamente, disfruto profundamente mi trabajo: me encanta colaborar con mis clientes, colegas y los instructores de Udemy, y encuentro una gran satisfacción en mis tareas diarias, en una organización que verdaderamente tiene un propósito. Como sucede en cualquier empresa global que ha crecido rápidamente, enfrentamos el desafío de adaptarnos y entender las distintas realidades de cada mercado en el que operamos. Navegamos a través de una mezcla de decisiones acertadas y errores, propios de la dinámica de una organización grande. A pesar de estos retos, considerando todo, la balanza se inclina claramente hacia lo positivo; mi labor tiene un impacto significativo y ayuda a miles de personas.

El Arte de lo Impredecible en la Vida Diaria

Con cada examen de seguimiento, la sombra de la incertidumbre se hacía más densa con muchos sentimientos negativos. Aprendí a convivir con el miedo constante a recibir malas noticias, un compañero no deseado que me recordaba diariamente los desafíos que enfrentaba. Sin embargo, en medio de esta angustia, encontré fortaleza en los lugares más inesperados. El apoyo de mi familia, los mensajes de aliento de amigos y colegas  y cada pequeña victoria en mi tratamiento del cáncer se convirtieron en faros de esperanza.

Además, el respaldo de mi equipo de atención médica ha sido invaluable. Uno de mis doctores, reconociendo la carga emocional de mi diagnóstico, me introdujo al camino de la meditación y las prácticas de respiración. Estas técnicas han sido fundamentales para complementar mi tratamiento, ayudándome a manejar mejor el estrés y a mantener mi mente centrada y serena en medio del torbellino de emociones y citas medicas.

Estos gestos de apoyo no solo me ayudaron a mantenerme enfocado, sino que también reforzaron mi optimismo, alimentando mi resolución de seguir luchando y creer en los días mejores que aún estaban por venir.

Conclusiones: Escribir para Sanar y Ayudar

Escribo este testimonio no solo porque mi terapeuta me ha insistido mucho en la importancia de documentar este proceso para sanar, reflexionar y enfrentar mis miedos, sino también porque sé de muchas personas cercanas que están atravesando situaciones similares. Muchos de ellos, tal vez no debido a una enfermedad, están buscando replantearse la vida de una manera diferente y desean liberarse de la definición de éxito que es socialmente aceptada, pero que va en contra de la calidad de vida. Además, quiero conectar con otras personas con cáncer que están atravesando situaciones similares, compartir testimonios reales puede ser una fuente de apoyo.

No soy un experto en escritura; de hecho, redactar estos pensamientos y experiencias ha sido un gran desafío para mí. Agradezco profundamente a la inteligencia artificial y a los cursos que he tomado en Udemy, que me han dado las herramientas necesarias para articular mis experiencias y compartir esta articulo final. Y claro, no puedo dejar de ser un vendedor innato —ven que no es fácil—, así que tenía que hacer un poco de publicidad para ellos también. A través de estas líneas, espero inspirar a otros a reconsiderar lo que valoran, a encontrar fuerza en los desafíos y a definir el éxito en sus propios términos.

Esté proceso me ha cultivado una tolerancia y resiliencia que nunca imaginé tener, brindándome la capacidad única de enfrentar y resolver cualquier desafío con creatividad. Donde algunos ven problemas y negatividad, yo he aprendido a ver amor, opciones y soluciones. Todo se puede solucionar, hasta cambiar células cancerosas por células normales - ¡ELIJO VIVIR!

© 2024 Tess. Todos los derechos reservados.

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